Quisiera ser como viento:
libre, volátil, fugaz;
que en todos los rincones entra presto,
sin temores, sin miradas, sin nada, voraz.
Quisiera ser como el pensamiento:
invisible a los ojos de los demás;
penetrar en lo más profundo, en los adentros,
y allí perecer en esencia, sin más.
Quisiera ser como el firmamento:
ancho, sabedor, sin fronteras, sagaz;
brindar fidelidad a mi condicionamiento,
que no es más que pensar, soñar y amar.