domingo, 12 de febrero de 2012

Sentémonos todos a comer un pollo

¡¡Hola de nuevo, mis lectores!! Siento haberme ausentado durante un mes y medio, pero las obligaciones me reclamaban.
He regresado con muchas ganas de escribir y compartir mis pensamientos con vosotros.
Sin más preámbulos aquí os dejo mi último escrito.

Hace más de un mes me encontraba cenando con los oídos centrados en la televisión. Escuchaba las noticias de Antena Tres, cuando casi se me atraviesa un trozo de pollo que seguramente después de frito, cocinado y machacado, se había acongojado al igual que yo del reportaje que estaban televisando.
La premisa era la siguiente: << El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha acusado en su carta semanal a "algunas escuelas de secundaria, dentro de los programas escolares" y a los "medios de comunicación" de incitar a la fornicación >> (http://www.hoy.es/rc/20120112/mas-actualidad/sociedad/obispo-cordoba-acusa-escuelas-201201122231.html Consulta: 12 de febrero de 2012).
¿Era o no razón para que el trozo de pollo pusiera fin a esta mi existencia? Anonadada quedé (y el pollo, también).

El prelado comunicó a todos sus fieles y no tan fieles que << Cuando la sexualidad está desorganizada, es como una bomba de mano, que puede explotar en cualquier momento y herir al que la lleva consigo >> (http://www.cadenaser.com/sociedad/articulo/obispo-cordoba-pide-huya-fornicacion/csrcsrpor/20120112csrcsrsoc_3/Tes Consulta: 12 de febrero de 2012). A mi parecer, y seguro que si no me hubiera comido el pollo, él también estaría de acuerdo conmigo (sin ánimos de frivolizar); hay bombas más peligrosas que matan día a día a miles de niños e inocentes; esas sí que ocasionan más dolor que << la bomba de la sexualidad >> y de ello no se habla. Debería el señor prelado, que tan desosegadamente vive por la sexualidad de sus semejantes, ocuparse de cuestiones más serias y dejar que cada individuo goce alegremente como le dicte su alma.

Por otro lado, proyecto un dardo a favor del obispo cordobés. Cierto es que en los medios de comunicación y la publicidad en general nos ametrallan a todas horas con anuncios sexistas (y entiéndase como “término referido al sexo” y no como “término que designa la discriminación de un determinado sexo”). En las últimas décadas del siglo XX se olvidaron de poner el freno al carro que porta la censura y ese es un error en el que nuestra generación patina hoy en día. Ha incrementado la banalidad y ha descendido la inocencia con suma celeridad en los últimos años. No hay más que ver las series, programas, páginas web… que hacen alusión al sexo constantemente.

Lo que no logro entender es lo de la incitación a la fornicación en las escuelas de secundaria: ¿cuándo ha sucedido eso?, ¿dónde estaba yo? Seguramente, comiéndome un pollo.
Está claro que si los centros escolares llevan a cabo un programa para la educación sexual van a ser criticados, y si no toman ninguna iniciativa, pues también. ¡Válgame la razón! En esta vida es imposible acertar hagas lo que hagas. Será mejor que todos nos sentemos a comer un pollo y que nadie mueva ni un solo dedo.

1 comentario:

  1. Aun tengo que corregirte la parte que esta en blanco vida :D

    te amo con todo mi corazon.. quien pensaria que nos escribiriamos sin conocernos y que terminariamos juntos.. escribiamos! seria por eso? :D te amo te amo y te amo
    y amo al destino por ti, por mi regalo del universo, te amare siempre

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